Llegó el momento de
finalizar la consulta, después de realizar la anamnesis y explicarle el
protocolo a seguir para mejorar su sintomatología, la señora me pregunta
tímidamente a la par que escéptica; Elena que hay de cierto en eso de las bolas
chinas, ¿es verdad que me quitarán la incontinencia?, ¿ayudan a fortalecer el
suelo pélvico?, pero yo tenía entendido que ¿eran para dar placer, no?.
Es que mi amiga
María (amiga de toda la vida y persona muy instruida en la materia) me las ha
aconsejado para solucionar mi problema de incontinencia, me ha dicho que son
buenísimas, que todas sus compañeras del trabajo las utilizan y tienen un
periné de hierro...; y claro está, se las ha vendido tan bien, que la pobre
mujer (que ni si quiera sabe como colocarse un tampón) se ve ya en la calle con
sus bolas chinas puestas, muerta de vergüenza pensando en que el carnicero o la
vecina del quinto puedan darse cuenta de semejante osadía.
Después de
escucharla atentamente, le explico que hay de verdad en todo esto y cual es la
manera más idónea de utilizarlas, ya que como todo (o casi todo en la vida)
tiene sus pros y sus contra.
Las bolas chinas o bolas geisha, no son más
que dos bolas (normalmente de silicona) atadas entre sí por una cuerda, y en
cuyo interior tienen otra bola con un peso variable.
La historia y el
origen de las bolas chinas o bolas geisha varía según su localización. Yo me
quedo con una leyenda que me contaron en una de mis formaciones. Esta decía que
las geishas en el siglo XVIII ya las utilizaban tras el parto para fortalecer
la musculatura perineal. Al parecer ellas las introducían en el interior de la
vagina cuando estaban cerca del hombre; y al contraer y relajar la musculatura
perineal hacían que las bolas chocaran entre sí, emitiendo un sonido más o
menos melódico en función de la intensidad y ritmo de las contracciones. Esa música
celestial llegaría a los oídos del hombre, y este decidiría cual de ellas sería
la mas idónea para aquello del arte amatorio.
Bueno, una vez
contada esta leyenda, vamos a centrarnos en la realidad.
Las bolas chinas es
cierto que ayudan a fortalecer la musculatura perineal, concretamente a mejorar el tono de base (estado de contracción
mínima del músculo en reposo). Esto se consigue por un lado, por la contracción
refleja que realiza el suelo pélvico para evitar que las bolas se caigan y
salgan de la vagina hacia el exterior; y por otra parte, por la vibración que
se transmite a la vagina cuando las bolitas que están en el interior de la bola
mayor chocan contra las paredes de la misma.
Pero todo el mundo
puede utilizarlas? Si, pero siguiendo
ciertas premisas.
Es muy importante descartar que la paciente presente algún
tipo de adherencia, herida, lesión
en la vagina, etc ; ya que estas mas que ayudar, podrían agravar el problema.
Por eso, hay que resolver la situación antes de plantearse el uso.
También hay que
saber elegir el tamaño de las bolas en función del calibre de la vagina,
y así evitar que se caigan si son muy pequeñas, o lesión si son demasiado
grandes.
Otro punto muy
importante a tener en cuenta es el deseo
de la persona por querer utilizarlas, ya que parece que ahora está de moda
y todo el mundo las tiene que utilizar para conseguir un buen periné. Pues no,
existen otras formas de trabajar que son tan eficaces como las bolas y que no le
crean ningún conflicto ético o moral a la mujer.
Nosotros, a veces
las aconsejamos como una herramienta más de trabajo dentro de un programa de reeducación
perineal, concretamente en la fase final cuando ya tenemos un periné con un
tono adecuado como para mantener las bolas dentro de la vagina sin que se
caigan.
También quería
recalcar que son muchas las personas que aconsejan (a veces incluso
profesionales) utilizar las bolas chinas justo después de dar a luz (en el
postparto reciente), cuando la vagina está distendida y el periné completamente
debilitado. ¿Cual es el objetivo de esto?, Es que queremos ayudar a contribuir
a la famosa depresión postparto cuando la mujer vea que inmediatamente después
de introducirlas, se les van saliendo por la vagina, cual gallina poniendo
huevos?, es necesario hacernos pasar por este trance tan ridículo y bochornoso?,
pues la respuesta es no.
Mi conclusión es la
siguiente:
- Antes de utilizar las bolas chinas siempre se debería consultar con un profesional (a ser posible ginecólogo o fisioterapeuta especializado en suelo pélvico).
- Las bolas chinas ayudan a fortalecer el suelo pélvico, pero no corrigen patologías como la incontinencia, prolapsos, etc… ya que para eso necesitamos un programa de reeducación más completo.
Y en cuanto a la
pregunta de si dan placer….. que cada una saque sus conclusiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario